Textos del ojo y la mirada 4

Ballanes Figueroa Karla Angélica



“Hasta la vista baby”



“No vemos jamás las cosas tal cual son, las vemos tal cual somos.”
(Anais Nin)



“Ojos que no ven, corazón que no siente”; “ver para creer”; “una imagen dice más que mil palabras”; son unas de las tantas frases más sonadas en la actualidad, pues la sociedad en la que vivimos ha dado un papel protagónico al sentido de la vista.



A pesar del gran alcance y cercanía que nuestros ojos puedan tener sobre la realidad, muchas personas han llegado a plantearse dudas respecto a tal afirmación. ¿La mirada es la emperatriz gobernante por encima de los demás sentidos del ser humano?



En su libro Apuntes acerca de la representación, César González Ochoa nos explica brevemente la exaltación ganada por cada uno de los sentidos a lo largo de la historia del hombre.



“[…] el oído y el tacto ocupaban el lugar de privilegio en la Edad Media […] el mundo medieval es un mundo ilimitado, y toda la vida se rige por un orden no natural. En el periodo renacentista la llegada de la imprenta inicia el lento cambio hacia el dominio de la vista […] es una época de gran coherencia entre todos los elementos del cosmos, donde cada elemento podía ser el punto de partida para llegar a los demás […] la llamada época clásica […] se consolida la supremacía de la vista y el orden epistémico de la representación […] la época burguesa refuerza el predominio de lo visual con el nacimiento de la fotografía […]”



Gracias a éste y otros textos podemos percatarnos que el desarrollo de las nuevas tecnologías han sido la gran pauta para colocar en un lugar tan privilegiado a los ojos; pues su bombardeo constante de imágenes realmente atractivas, “fáciles y rápidas” de comprender nos “ahorran” tiempo de manera impresionante.



Ventajas más, ventajas menos, se nos ha vendido la idea de la vista como el don más importante con el cual contamos; sin embargo, la mirada se ha convertido en límites constantes en la vida de cada individuo.



Los ojos no son un ente externo, espectador de absolutamente todos los detalles del entorno, y lo ocurrido o no dentro de él; en realidad son partes adheridas al hombre, un ser que si bien es racional y pensante, no puede apartarse de sus ideas, sueños y anhelos, volviéndose subjetivo por encima de sus “intentos” para ser neutral.



¡Vemos lo que queremos ver, lo que nos interesa y nos afecta, no la “realidad”!



Es importante recordar que somos un “todo”, un organismo compuesto por numerosas piezas que permiten nuestro correcto funcionamiento y la sana relación con el entorno y sus elementos, entre ellas se encuentran no uno, sino cinco extraordinarios sentidos.



A llegado el momento de educarnos para desarrollarlos y perfeccionarlos al mismo tiempo, no despreciemos ninguno, ayudémoslos a crecer de la mano y reiteremos la importancia de cada uno en nuestra vida.



No permitas que tus ojos digan ¡hasta la vista baby! a tus otras “partes”; más bien aprende a mirar, escuchar, saborear, oler y sentir la realidad, ¡así te sabrá mucho mejor!.



González Ochoa, César, Apuntes acerca de la representación, 1997, pp. 11 y 12.
 

Juan Pablo Fabián Lozano
 
Los animales que habitan y los que la habitaron nos hemos visto envueltos en un constante proceso evolutivo. Dichos cambios buscan mejorar y facilitar la supervivencia de los individuos, y parte esencial de esta lucha por sobrevivir tiene que ver con las formas en las que se percibe al mundo a partir de los sentidos. Cada individuo, en sus necesidades, cuenta con un sentido de la vista muy distinto de los otros, aunque a la vez son muy parecidos. En el caso del ser humano, nuestra visión se desarrolló a partir de la necesidad de observar el entorno para protegerse de animales peligrosos, así como de la necesidad de distinguir los colores de los alimentos. Nuestra vista, podemos decir, está diseñada especialmente para nuestras necesidades visuales de supervivencia, pero ¿actualmente necesitamos de las mismas características? ¿nuestra vista necesita actualmente evolucionar para enfrentar los nuevos problemas?
 


Bravo Rodríguez Lucy Ariana



El secreto de los ojos



En meteorología, el ojo es el centro de una tormenta. En arquitectura, el ojo es el espacio entre los pilares de un puente. En la antigüedad el ojo por ojo se utilizaba para hacer justicia. No importa el contexto, el ojo no es ojo y nada más.



El ojo que ves no es ojo porque tu lo ves, sino porque él te ve. El órgano sensible a la luz que con tan sólo la apertura de los parpados, es el responsable de la visión en los seres vivos. La mirada es el testigo de la vida. La visión permite crear memoria, recuerdo, imagen e ilusión. Se dice que el ojo es el punto donde se mezclan alma y cuerpo; por tanto la mirada es la puerta donde entra la vida.



Un sentido tan vital como los otros, no siempre puede cumplir su función primordial. El ver. La verdadera contradicción radica en la imposibilidad de la pupila humana de dar sentido a la realidad que observa. El hombre puede ser el más ciego de todos los seres vivos. El ojo y la mirada van más allá de tan sólo una función del organismo básica en la supervivencia y evolución del hombre. Como decía George Orwell, el ver lo que está delante de nuestros ojos requiere el mayor de los esfuerzos.





Georgina Larruz Jiménez



Idilios visuales



Miramos para conocer, o conocemos para mirar. Dialéctico problema. A menudo, sólo vemos para defendernos, hemos dejado de lado la capacidad sensible, es decir, lo efímero se ha apoderado de nosotros incluso en nuestro modo de mirar. Porque ver no es lo mismo que mirar, mirar no es lo mismo que observar. Cuando vemos caemos en lo superfluo, en cambio, si miramos vamos más allá de lo visible, vemos lo que es esencial, viajamos por espacios recónditos de nuestro yo, miramos para ser vistos.

Una mirada a veces puede traducir lo que un discurso entero anuncia. Un ojo silencioso a veces vale más que una lengua indiscreta. Si se mira al otro podemos inferir qué nos dice, cómo se siente, por qué mira así, si le gusta algo de la realidad. Y es que con sólo mirar construimos nuestra realidad a partir de lo que está fuera. Entonces, con mirar somos materia y esencia. Porque si miro algo, eso existe y si existe forma parte de mí. Y si me miran, existo y si existo, soy parte de alguien. Esas no son cosas sólo del amor, también lo que es ajeno a él.

Curiosa paradoja, “el amor entra por los ojos”, “ojos que no ven, corazón que no siente”. Pero a veces una mirada es una cámara fotográfica, que encierra remembranzas emotivas, sueños inefables. Miramos lo real y lo ficticio, para construir mundos que sólo nosotros entendemos. Pareciera que nuestra relación con el todo, es un idilio, que entra por nuestros ojos. De que el corazón no lo sienta, lo dudo. Imagen que es mirada, es imagen que existe con nosotros hasta que la memoria sea destruida.



 

Cedillo Jiménez Juan Carlos
“EL OJO HUMANO”


El ojo humano es un sistema óptico formado por un dioptrio esférico y una lente, que reciben, respectivamente, el nombre de córnea y cristalino, y que son capaces de formar una imagen de los objetos sobre la superficie interna del ojo, en una zona denominada retina, que es sensible a la luz.





Tras la córnea hay un diafragma, el iris, que posee una abertura, la pupila, por la que pasa la luz hacia el interior del ojo. El iris es el que define el color de nuestros ojos y el que controla automáticamente el diámetro de la pupila para regular la intensidad luminosa que recibe el ojo.



En el interior del ojo, nos encontramos un conjunto de células sensibles a la luz, llamados foto receptores, los que están conectados a fibras nerviosas que forman el nervio óptico encargado de llevar la información visual al área de asociación visual en el cerebro, pues la por ello la mayor parte de la información que recibimos es a través de los ojos.



El ojo se puede comparar con una cámara fotográfica ya que ambas estructuras tienen amplias semejanzas. La lente de la cámara y la córnea del ojo cumplen objetivos semejantes. Ambas son lentes positivas cuya función es la de hacer que los rayos de luz que inciden en ellas enfoquen en un solo punto, película fotográfica o retina respectivamente.



Además el ojo humano en condiciones físicas normales, puede distinguir casi 10.000 colores distintos, ya que esta compuesto por bastones y conos que cada ojo tiene, 125 millones de bastones y 7 millones de conos.



Bibliografía:



Autor: A. Cromer



Titulo: “Física para la ciencia de la vida”



Editorial: Reverté



Cibergrafía:



http://teleformacion.edu


Beatriz Velázquez

La ventana mas pequeña pero a la vez poseedora de la habilidad de denotar desde lo abstracto hasta lo más complejo es nuestro ojo. A partir de la primera imagen percibida y los estimulos presentes en la naturaleza, en nuestra mente se va creando la realidad y a partir de esa primera experiencia con el mundo seremos capaces de transformar y crear nuevos escenarios en la vida.







El ojo supera al olfato, al gusto y en ocaciones al tacto; el ambeinte y las emociones personales son mejor ubicadas cuando son analizadas con el conocimiento visual, vemos el cielo nublado y sabemos con anticipacion que lloverá, si observamos el gesto trsite de una persona ubicamos rapidametne el sentimiento antes inlcuso de las lagrimas.






Una característica de la vista que la hace resaltar entre el resto de los sentidos es su rapidez y el minimo gasto de enrgia. El ojo trabaja a la velocidad de la luz y nos permite recibir y contener en la memoria una infinita cantidad de imagenes e información en una milésima fracción de segundo.






En la historia de una persona, las cosas que va viendo en su vida, se va convirtiendo en conocimiento, asi podemos hacer una analogia con la historía del hombre sobre la tierra, debido a la actividad de plasmar en piedras y árboles lo que se iba visualizando en epocas remotas podemos comprender como se vivía en el pasado. Las imagenes han servido como medio de transmisión de conocimiento.






Algo que sólo el ojo puede percibir son los colores, los matíces, tonos, brillos, opacidades, etc., siete millones de colores pueden ser captados por dos esferitas viscosas. Tan sólo en tres milesimas de segundo la imagen viajara de la percepcion optica, a la química y finalmente la nerviosa. Asi vemos a distancia, y es una vision segura, no se corre peligro cuando se ve de lejos una manada de leones o una guerra a tráves de una pantalla.






Esa introspección de la realidad por nuestro ojo es subjetiva, las imagenes visuales no son de ningun manera objetivas ni tienen un sentido universal, aunque existan patrónes y codigos que ayudan a su comprensión será la experiencia y conocimiento empírico lo que dé significado al mundo a partir de estimulos visuales.