Bravo Rodríguez Lucy Ariana
El secreto de los ojos
En meteorología, el ojo es el centro de una tormenta. En arquitectura, el ojo es el espacio entre los pilares de un puente. En la antigüedad el ojo por ojo se utilizaba para hacer justicia. No importa el contexto, el ojo no es ojo y nada más.
El ojo que ves no es ojo porque tu lo ves, sino porque él te ve. El órgano sensible a la luz que con tan sólo la apertura de los parpados, es el responsable de la visión en los seres vivos. La mirada es el testigo de la vida. La visión permite crear memoria, recuerdo, imagen e ilusión. Se dice que el ojo es el punto donde se mezclan alma y cuerpo; por tanto la mirada es la puerta donde entra la vida.
Un sentido tan vital como los otros, no siempre puede cumplir su función primordial. El ver. La verdadera contradicción radica en la imposibilidad de la pupila humana de dar sentido a la realidad que observa. El hombre puede ser el más ciego de todos los seres vivos. El ojo y la mirada van más allá de tan sólo una función del organismo básica en la supervivencia y evolución del hombre. Como decía George Orwell, el ver lo que está delante de nuestros ojos requiere el mayor de los esfuerzos.
Georgina Larruz Jiménez
Idilios visuales
Miramos para conocer, o conocemos para mirar. Dialéctico problema. A menudo, sólo vemos para defendernos, hemos dejado de lado la capacidad sensible, es decir, lo efímero se ha apoderado de nosotros incluso en nuestro modo de mirar. Porque ver no es lo mismo que mirar, mirar no es lo mismo que observar. Cuando vemos caemos en lo superfluo, en cambio, si miramos vamos más allá de lo visible, vemos lo que es esencial, viajamos por espacios recónditos de nuestro yo, miramos para ser vistos.
Una mirada a veces puede traducir lo que un discurso entero anuncia. Un ojo silencioso a veces vale más que una lengua indiscreta. Si se mira al otro podemos inferir qué nos dice, cómo se siente, por qué mira así, si le gusta algo de la realidad. Y es que con sólo mirar construimos nuestra realidad a partir de lo que está fuera. Entonces, con mirar somos materia y esencia. Porque si miro algo, eso existe y si existe forma parte de mí. Y si me miran, existo y si existo, soy parte de alguien. Esas no son cosas sólo del amor, también lo que es ajeno a él.
Curiosa paradoja, “el amor entra por los ojos”, “ojos que no ven, corazón que no siente”. Pero a veces una mirada es una cámara fotográfica, que encierra remembranzas emotivas, sueños inefables. Miramos lo real y lo ficticio, para construir mundos que sólo nosotros entendemos. Pareciera que nuestra relación con el todo, es un idilio, que entra por nuestros ojos. De que el corazón no lo sienta, lo dudo. Imagen que es mirada, es imagen que existe con nosotros hasta que la memoria sea destruida.
Rodríguez Rincón Donají Itzel
Una mirada distinta
El sentido de la vista, el cual es representado por el ojo, es parte fundamental del ser humano. A través de este órgano podemos percibir todo lo que hay en nuestro entorno, podemos crear, comparar, darle sentido a todo aquello que apreciamos con la vista.
Gran parte de la información que recibimos a diario es captada por los ojos, y llega a ser tanta que no la guardamos en la memoria, sino simplemente la desechamos y nos quedamos con un porcentaje muy bajo de esta información.
Sin embargo, al paso de los años, la mirada del ser humano se ha transformado a causa de la tecnología. Ya no percibe los objetos de la misma forma y recibe más información que la que recibía por ejemplo hace 10 años.
Esto la señala Marshall McLuhan en La comprensión de los medios como las extensiones del hombre. Acerca de esto plantea que los medios son órganos artificiales que fungen como prótesis para potencializar algún sentido o capacidad del ser humano. En el caso de la vista los medios serían los telescopios, microscopios, cámaras fotográficas incluso los lentes para corregir deficiencias de la vista, etc.
Estas extensiones de los sentidos del humano (medios) ayudan a sustituir ciertas cualidades o atributos. Es por eso que la mirada ha evolucionado al hacer uso de tecnologías para interpretar y observar objetos, o simplemente, para percibir la realidad, el entorno, el mundo.
Asimismo, la tecnología ha evolucionado la forma de presentar imágenes lo que ha causado en el ojo humano una nueva etapa de percepción. La visibilidad ahora se ve atacada con mayor información y formas de informar. El ojo humano se enfrenta al mundo globalizado que trae consigo una nueva visión del mundo.
CzAr oLIvA
Una imagen dice más que mil palabras.
Una composición visual, varias miradas.
Nosotros estamos acostumbrados
A observar cientos de miles de
Imágenes que inundan el
Mundo entero. Son Infinitas, todo un
Abanico de posibilidades que
Generan en nuestro ser gran cantidad de
Emociones, pensamientos y sentimientos,
No podemos
Desprendernos de ellas, son
Incontables y cada día el número crece y
Crece, se da prominencia a los ojos, se
Extravían los demás sentidos.
Miradas, miradas y más miradas,
Asechan todo el universo,
Sentencian y juzgan lo
Que ya han visito,
Unifican criterios,
Expresan ideas.
Majestuosas, complicadas, simples e
Infinitas son las imágenes, se
Les encuentra por doquiera, son
Parte de la vida diaria.
Ahora sólo cuenta lo que
La mirada observa.
Aumenta el uso de
Brillos, texturas y equilibrios, de
Rayas, puntos y contornos, todos dando vida
A una realidad visual.
Se ante pone el sentido de la vista.
Andrea García Solís
Maravilloso sentido que la naturaleza nos dio, la vista, la cual a través de los ojos hace posible la percepción de casi todo lo que nos rodea. Pero no basta con el ya complejo proceso que ocurre en esos órganos, sino que el organismo se conecta y complementa totalmente es por ello que ocurre una transición instantánea, casi mágica del ojo al cerebro.
Y esa masa gris es tan quisquillosa que clasifica todas las imágenes visuales con base en experiencias, costumbres, anhelos, miedos, conocimientos y otros factores propios de la persona, lo que permite la constante interpretación de aquello que se ve. Por eso se dice que no hay vista ingenua porque todo está sujeto a valoración, juicios y análisis que hacemos, según lo que vivimos individual y socialmente.
La vista fue el primer sentido que permitió al hombre acercarse a su realidad sin arriesgarse al peligro y a partir de ahí se ha desarrollado de manera continua, si bien en algunos momentos se interrumpió por lo impreso toma fuerza con tantas técnicas utilizadas y apoyada por la tecnología, permite arrojar datos asombrosos como el 75% de lo percibido es por medio de los ojos.
Los elementos tecnológicos desarrollados hacen que la sociedad sea generalmente visual, prefieren un anuncio con una imagen que les de a entender algo que leer lo que realmente se quiere hacer llegar, es muy notable ya que al lado de una gran foto se ponen la menor cantidad de palabras posibles, porque la imagen vende más.
Aguilar Ángeles Hugo Enrique
El ojo
Los ojos son parte de nuestro organismo, gracias a ellos podemos observar el entorno: personas, animales, imágenes o figuras en múltiples dimensiones. Actualmente vivimos en una época principalmente visual, en donde los ojos ocupan la mayor jerarquía, por encima de los demás órganos, dentro de los cinco sentidos humanos.
Independientemente del color, cafés, verdes, azules, grises o rojos, sirven para lo mismo: ver. Sin embargo, no nos damos cuenta de la constitución tan maravillosa y casi perfecta que tienen, la córnea, la pupila, el cristalino, la retina y el nervio óptico.
El ojo humano es uno de los más desarrollados, su evolución se remonta desde hace miles de años. Hoy por hoy, existen una infinidad de cosas para mejorarlos, los anteojos u operaciones son muestra de ello. Marshall McLuhan concebía a los medios como extensiones del hombre, es decir, como prótesis que potencializaban algún sentido, al mismo tiempo que atrofiaban a los otros.
En este caso, pienso que las personas tenemos mucho más desarrollada la vista, somos excesivamente visuales, no podemos concebir algo sin haberlo visto. Por tal razón, considero que nos hemos olvidado de los ojos, los hemos desvalorizado, tenemos la vista como algo normal, pero eso ocurre gracias a los ojos.
Domínguez Ferrer Jaqueline Anaí
En los últimos años, la vista se ha posicionado entre los sentidos más importantes para el ser humano. La imagen se ha convertido en aquello que nos indica que lo que se dice, realmente existe, pues es como ver una muestra de la realidad.
Sin embargo, hay personas que carecen del sentido de la vista, por lo que han aprendido a utilizar los demás sentidos, de manera que los desarrollan más y son capaces de percibir el mundo; no ver no es estar imposibilitado para vivir.
La vista también nos puede engañar, así como los demás sentidos, pues no todo lo que percibimos es real, y las interpretaciones están de por medio, así como los avances tecnológicos, que pueden manipular las imágenes, creando realidades basadas en los intereses de alguien.
Es muy sonada la frase “una imagen dice más que mil palabras”; yo estoy de acuerdo con eso, pues hay cosas que no se pueden expresar con palabras, ni con otro medio, basta con ver alguna imagen para comprender lo que ocurre o se siente.
Hay pros y contras respecto al ojo y la visión humana; inevitablemente, éste es uno de los órganos más importantes en la actualidad; el mundo está lleno de imágenes que se utilizan con fines comunicativos para lo cual es sumamente necesaria la capacidad no sólo de ver, sino de observar, en algunos casos auxiliada en gran medida por la tecnología.
Salazar Becerril Olga Daniela
Las consecuencias de un mundo visual
El predominio del sentido de la vista tiene alcances que quizá pasan inadvertidos ante nosotros. De acuerdo con Mac Luhan, el desarrollo de la tecnología ha contribuido a que percibamos de manera desequilibrada. A partir del surgimiento del lenguaje escrito y de la imprenta es que se dio el predominio de la vista sobre los demás sentidos, pero ¿alguna vez nos hemos preguntado qué implica esta subordinación de los demás sentidos ante la vista, qué hay detrás de ésta percepción incompleta?
Siguiendo con Mc Luhan, las tecnologías, los medios, son prótesis de alguna capacidad física, psíquica y/o sensorial del hombre, lo negativo es que pueden llegar a limitar o inhibir otras capacidades.
Los medios modifican también la percepción de la realidad: del tiempo y el espacio y del entorno. Por tanto esta preponderancia de lo visual limita nuestra percepción, tanto de acontecimientos del exterior como del interior.
El filósofo ruso P. D. Ouspensky esboza que el tiempo es en 3 dimensiones, se pueden medir 2: la duración y la velocidad. Con la unión de las 3 coordenadas del tiempo en un todo obtendríamos la cuarta, quinta y sexta dimensión. Es decir un espacio de seis dimensiones pero de propiedades y formas incomprensibles para nosotros.
El espacio de seis dimensiones es en realidad, el mundo tal y como es, pero los humanos estamos capacitados para percibir el mundo material en sólo 3 dimensiones debido a las facultades de nuestros sentidos.
Seis dimensiones constituyen un período, más allá del cual no puede haber nada, excepto la repetición del mismo período en diferentes escalas. El período de dimensiones está limitado, en un extremo, por el punto, y en el otro por la infinidad del espacio multiplicado por la infinidad de tiempo, que en el simbolismo antiguo estaba representado por una estrella de 6 puntas.
Somos seres unidimensionados en relación con el tiempo, a causa de esto no vemos los tiempos paralelos, no vemos los ángulos y las vueltas del tiempo, sino que lo percibimos como una línea recta.
Sólo en la experiencia consciente parece que avanzamos en el tiempo. El cerebro recibe 400mil bits de información a diario, y somos conscientes sólo de dos mil. Los seres humanos utilizamos únicamente el 4% de nuestra capacidad cerebral. Lo demás está ocupado por redes neuronales conectadas de manera equívoca mediante creencias sin fundamento y estados emocionales como la ira y la tristeza que son gestados en etapas tempranas de nuestra vida.
Es decir, la mayor parte del tiempo los seres humanos vivimos inconscientes de nosotros mismos, obedeciendo a los estímulos de la vida exterior, descuidando lo interior e incluso a nuestro cuerpo. La conciencia exterior se produce automáticamente tanto en los seres humanos como en los animales. Un perro percibe su plato de comida o sus juguetes y se hace consciente de los mismos, pero los animales no son conscientes de que existen, sólo existe el mundo que les rodea y lo observan. La conciencia de sí es una de las facultades humanas más extraordinarias y sólo un pequeño porcentaje de la población mundial vive con un nivel aceptable de conciencia de sí.
He ahí las consecuencias de vivir en un mundo donde predomina lo visual. Somos conscientes y percibimos parcialmente nuestro entorno, lo cual no nos diferencia de los demás animales como la capacidad del lenguaje o de la conciencia propia. He ahí la incapacidad del hombre de controlar sus estados alterados, incapacidad que ha dado origen a los grandes conflictos mundiales. Esto porque estamos acostumbrados a percibir (especialmente con un solo sentido) lo que nos rodea, nunca lo que hay dentro de nosotros mismos.
Flores Linares Grisell Denisse
La mirada: ventana del hombre
Dominante, descriptiva, analítica, selectiva, perceptiva, crítica, así es la mirada que se ha convertido en el principal conector del hombre con su entorno. De los cinco sentidos que posee el ser humano, la mirada se ha ido abriendo paso como el sentido preponderante. Antes de tocar, vemos; antes de probar, vemos, le damos nuestro voto de confianza a la mirada.
Estamos inmersos en el mundo de las imágenes, donde la mirada es capaz de seleccionar, enfocar y servir como la ventana externa del hombre. Es quizá por ese motivo que en la actualidad hay una sobre explotación icónica; la publicidad, la mercadotecnia, se han encargado se explotar la veracidad sin tapujos que damos a la mirada y paradójicamente al mismo tiempo se desvaloriza y banaliza el poder comunicativo que tienen las imágenes.
La evolución del ojo tiene alrededor de 50 millones de años. La jerarquía de la mirada sobre los demás sentidos se ubica a partir del siglo XV, con las imágenes se logra vencer los límites del tiempo y del espacio, prevalecen como huella fiel y la mirada los testifica.
Mirar es más que un proceso óptico, químico y nervioso, es la posibilidad de sentirte presente, de ser parte de la realidad. La mirada es comprender y conocer. Y tu ¿cómo miras?...
Sánchez Fuerte Nancy Elizabeth.
OJO PARA TODOS Y TODOS PARA EL OJO
Apenas al escuchar el canto del gallo, el oído alerta al resto del cuerpo sobre el inicio de un nuevo día, cosas nuevas y cotidianas esperan el arribo del ser humano al mundo. El oído sigue una a una las alertas, poco a poco las transmite hasta que logra hacer que los ojos se abran; primero, resintiendo la entrada de la luz; después, acostumbrándose a su presencia; hasta que finalmente, se hacen uno; ojos y luz acompañándose para aprender juntos. El oído le anunció al ojo que debía iniciar a trabajar para fomentar el crecimiento de las experiencias y conocimientos de las personas.
Después, al salir a las calles, viajar en transporte público y observar todo cuanto se pueda y permita una velocidad de 60 kilómetros por hora. Poco a poco el transporte se llena y las fragancia de los pasajeros se entremezclan, cada uno está utilizando una aroma particular. La nariz se abre la máximo para permitir el paso de todos las esencias, pero uno logra predominar. Los ojos se cierran y trasladan al ser humano a sus recuerdos, la fragancia llevo a la vista a recordar una imagen del pasado. La mirada y el olfato se hicieron uno para recordar viejas experiencias.
¡Yuppy, yuppy!, ya son las tres de la tarde y es hora de la comida, hay barra libre y cada quien puede comer lo que se le antoje. La vista recorre de un lado a otro todos los platillos de la mesa, observa detenidamente en busca de un alimento atractivo, fragante y delicioso. Acaba de seleccionar una rebanada de pastel de tres leches, el cual no tiene mucho merengue y tampoco posee cerezas, pero vale la pena probarlo. Abrir la boquita y ¡mmmmm, qué rico postre!, la lengua descubrió el excelso sabor del pastel y los ojos se cerraron para disfrutar aun más tan bella experiencia.
Ahora es momento de comprar un bonito vestido para asistir a una fiesta, la noche es larga y hay que lucir muy bella para no parar de bailar durante todo el evento. En la tienda hay una gran cantidad de modelos y diseños. Los ojos recorren de arriba abajo los aparadores y las manos ayudaron a tomar la mejor decisión. Gracias al tacto se pudo elegir la mejor textura, la que mejor se amoldara al cuerpo y se sintiera suave y tersa. La mirada se enamoró del modelo y el tacto de la sensación que ofrece la prenda.
Definitivamente al final del día, el ojo debe reconocer que es muy importante y que gracias a él podemos realizar muchas labores, pero sin el resto de los sentidos, él no sería nada ni lograría brindarle al ser humano las experiencias más completas posibles; todos los sentidos se sirven del ojo y el ojo se sirve de todos los demás para hacer de cada día un rito de experiencias y nuevos saberes.
